Para comenzar a introducirnos en lo que nos muestra esta película sería interesante retroceder en el tiempo para conocer la inspiración que tuvo Sean Baker (el director) para el título.
"THE FLORIDA PROJECT" (El Proyecto Florida) fue uno de los nombres que se utilizaron precisamente para el proyecto "utópico" que tenía en mente el señor Walter Elias Disney (Walt Disney) antes de su muerte, para la zona en la que se basa esta película. La "E.P.C.O.T. (Experimental Prototype Community of Tomorrow/Prototipo Experimental de Comunidad del Mañana), se trataría de una ciudad ideal, la ciudad del futuro, cosmopolita, moderna y mantenida por los propios habitantes... él mismo presentó su proyecto en un documental en 1966 (justo el año en que falleció).
Walt Disney había escogido construir en ese lugar (entre Orlando y Kissimmee) porque a parte de tratarse de unas tierras baratas, era un lugar que contaba con buen clima todo el año y estaba muy bien comunicado.
Finalmente, su ciudad del futuro no se pudo llevar a cabo, y en lugar de eso lo que se construyó (inaugurándose en 1971) con el apoyo de la familia de Walt Disney, fue el "Walt Disney World Resort" (Disney World) junto con "Magic Kingdom" (donde está el famoso castillo de la "Cenicienta") que todos conocemos en Orlando (Florida); la zona cuenta con varios parques temáticos, rodeados de hoteles, restaurantes y tiendas de regalos.
Irónicamente, Sean Baker descubrió que muy cerca de ese mundo de ensueño que es "Disney World" vivían muchos niños en moteles (por la autopista 192), que tal vez nunca podrían visitar "Disney World"; centrándose en un motel morado llamado "Magic Castle" (un motel que realmente recibe mayormente malas criticas por la presencia de chinches, cucarachas, mala limpieza, etc; como se puede incluso comprobar por internet; aunque también hay alguna buena critica especialmente de los fans de esta película que lo visitan y se fotografían).
Evidentemente, este tipo de moteles tienen unos precios muy económicos y cuentan con unos recursos limitados; sin embargo, son para muchos, su único techo de residencia, cuando debería ser una estancia temporal; por lo que, como se puede comprobar en la película, están obligados a cambiar de habitación o incluso a pasar alguna noche fuera del motel para evitar la residencia permanente.

Otro protagonista es Bobby (Willem Defoe, el único actor profesional y famoso que participó en la película y quien obtuvo nominación a los Oscar, a "Mejor Actor de Reparto" por este papel), el gerente del motel donde se encuentran hospedados: Moonee, Halley, Ashley, Scooty y Dicky.
En una escena, mientras se divierten con una de sus travesuras los 3 amigos (Moonee, Scooty y Dicky), aparece una nueva niña que muy pronto se convierte en la mejor amiga de Moonee. Pero, Jancey (Valeria Cotto, una niña que tampoco era actriz y que Sean Baker descubrió en un supermercado) no vive en el mismo motel que el resto, vive en el motel "Futureland" que se encuentra a unos metros del "Magic Castle".
Resulta realmente dramático y a la vez maravilloso, ver como cada dificultad o confrontación de Halley, (la madre de Moonee que más bien parece una amiga más) Moonee la experimenta desde la inocencia e ignorancia, recorriendo los lugares cercanos con sus amigos y pasa el tiempo entreteniéndose jugando a cosas que se les va ocurriendo de manera espontánea en su día a día.

En uno de sus paseos podemos ver el "Orange World" (tienda de cítricos, regalos y recuerdos de Disney), el gran "Gift Shop" (una enorme tienda de regalos) que cuenta con un mago gigante a la entrada formando parte del rótulo o uno de los lugares favoritos de los niños, "Twistee Treat" (heladería), donde mendigan algunas monedas para poder comprarse un helado que terminan compartiendo Moonee, Scooty y Jancey.
También resulta interesante, comprobar cómo cada cosa la experimentan como algo muy emocionante: el momento del topless de Gloria en la piscina; la ida y venida de helicópteros en un helipuerto muy cercano; el juego de "voz robótica" en un ventilador; la visita a casas de colores, antiguas y abandonadas, (donde en una de ellas Moonee sueña con que fuera su casa repleta de juguetes y disfrutan destrozando cosas y prendiendo fuego a una almohada terminan provocando un incendio al que acuden a contemplar personas de los moteles cercanos y cuyo escenario ardiendo la propia Halley decide utilizar para fotografiar a su hija Moonee, desconociendo que es una de las responsables del incendio); la escena preciosa como regalo de cumpleaños de Jancey, que le hacen Moonee y Halley, viendo los fuegos artificiales de Disney World; el comer helados o gelatina; el ver vacas o a "un árbol caído que sigue creciendo" (árbol favorito de Moonee precisamente por eso; curiosa metáfora)...
Halley al perder su trabajo de stripper, se ve obligada a vender colonias de imitación en la calle, con su hija agarrada de la mano; pero al ser insuficiente también decide prostituirse en la habitación del motel, encerrando a Moonee cada vez que lo hace, en el baño; poniéndole música trap a todo volumen. Metida en la bañera mientras juega peinando a sus muñecas... Moonee vivirá al margen de lo que su madre hace para poder seguir pagando cada semana la estancia en el motel donde viven.
Aunque haya una lucha constante por sobrellevar cada día y hayan momentos divertidos de Halley con su hija: saltos y abrazos bajo la lluvia, selfies en bikinis, una enorme comilona con eructos para acabar en el restaurante donde trabaja Ashley, un gran desayuno gratis en un hotel donde fingen estar... nada será suficiente o lo adecuado para mantenerla con ella y/o para evitar que suceda lo inevitable.


Por ello, los colores con tonos pastel, el arcoiris, los fuegos artificiales, los planos, la estética, la fotografía de "The Florida Project" está tan llena de arte, tan llena de "golosina/azúcar"; haciendo también que (nunca mejor dicho), parezca tratarse de un cuento de Disney donde Moonee no deja de ser una posible "futura princesa"; una especie de Cenicienta a la que todavía no le ha aparecido el príncipe con su zapato de cristal o una Bella Durmiente, a la que ningún príncipe ha acudido a despertar con un beso.
En su lugar, nuestra Moonee, tendrá que escapar de los servicios sociales para evitar que la separen de su madre y de sus amigos; "llegando con su imaginación, sus sueños y deseos al país de Nunca Jamás, al país de las Maravillas, al castillo de la Cenicienta o más bien a Disney World" (donde siempre le hubiera gustado estar, como a cualquier niño).

El final demuestra que la única escapatoria de los problemas de la realidad, para Moonee, para cualquier niño o incluso para cualquier persona que esté en una situación similar a la de Halley, está en la fantasía.
Lo mejor, es que los que participan en la película (a excepción del personaje de Bobby) no eran profesionales y lo bordan y que todos los lugares que aparecen, empezando por el motel "Magic Castle" son reales.
