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miércoles, 6 de marzo de 2019

ASÍ ME QUEDÉ TRAS VER "CLIMAX" DE GASPAR NOÉ



Mareada, alucinada, flipando, como si me hubiera bajado de una atracción o estuviera recién llegada de un viaje largo e intenso o incluso casi como si hubiera consumido alcohol o cualquier sustancia psicotrópica.


"Climax" es una experiencia audiovisual directa, vibrante y desgarradora; es realmente insuperable. Transmite a la perfección, la locura y angustia que puede producir un mal viaje de LSD involuntario en un grupo de espectaculares bailarines que antes de introducirse en la dimensión terrorífica y alucinógena de la droga, demuestran sus dotes como bailarines y/o contorsionistas profesionales siendo grabados por la cámara de una manera asombrosa. La ambientación musical cuenta con temas de artistas como: Giorgio Moroder, Aphex Twin, Daft Punk o Soft Cell; temas conocidos y publicados antes o durante la década de los 90 (esta película se basa en hechos que supuestamente ocurrieron en el invierno de 1996 en algún lugar de Francia).




Tarda un poco en llegar al "Climax" (nunca mejor dicho), al momento en el que se desata una atmósfera de locura infernal y descontrolada, saliendo a relucir todo tipo de actos o movimientos provocados por los instintos casi inhumanos, unidos a los efectos del LSD. A base de cada escena mareante y asfixiante, llegas a comprender que a más de uno en una situación así le podrían dar ganas de meterse un tiro en la cabeza o suicidarse de cualquier forma, con tal de conseguir dejar de ver y sentir lo que ellos están experimentando en su interior. Lo mejor es que Gaspar Noé logra transmitir los efectos de la droga, provocando alteración mental o psicológica, sin necesidad de mostrar ante la pantalla de manera explícita lo que supuestamente cada una de las personas podría estar visionando. 


Se consigue reflejar tan bien todo, a base de unos planos increíbles, incluyendo planos secuencia o algún plano cenital y realizando recorridos a través de los personajes/bailarines con momentos en los que incluso la cámara se llega a dar la vuelta y a permanecer boca abajo durante un buen rato hacia el final de la película...




Llega a conseguir que quieras que acabe pronto esa situación, a la vez que no puedes dejar de verlo porque todo resulta inquietante y atractivo; no puedes quedarte sin ver cómo acaba, 
¡hasta donde quiso llegar Gaspar Noé!


La interpretación de la bailarina y actriz Sofia Boutella (Selva) es extraordinaria; en algunos momentos me hizo recordar a las escenas de "Possession" (1981) o al videoclip de Massive Attack junto a Young Fathers "Voodoo In My Blood" (el cual parece también inspirado en dicha película; hablé sobre él AQUÍ); además, en una escena al principio de Climax, en la que se ve una televisión en la que aparecen cada uno de los bailarines respondiendo a preguntas durante una audición, se pueden ver al rededor cintas de VHS (otra referencia a los 90), entre ellas se encuentran títulos de películas como Suspiria (1977), Un Perro Andaluz (1929) o precisamente Possession. Referencias que probablemente Gaspar Noé querría que tuviéramos en cuenta viendo esta película y de hecho, recuerdo algunos momentos de la película que perfectamente podrían tomarse como alusiones a los títulos mencionados que se observan en esas cintas de VHS.



Ya había visto sus trabajos "Irreversible" (2002), "Enter The Void" (2009) y "Love" (2015) todas son experiencias únicas y de las que algún día hablaré en el blog.

La verdad, es que "Climax" es una película que tras verla te deja (a parte de como os he dicho al principio de esta entrada) sin ganas de probar drogas y por otro lado, con ganas de controlar y/o supervisar cada trozo de comida o sorbo de bebida que podamos consumir o ingerir durante toda nuestra vida.



¡¡¡Ya es el colmo que no podamos ni fiarnos de una dulce sangría!!!